David Delkynos

Su vida -6 de octubre de 1939 -

Las calles de esa gran ciudad eran inundadas por el pánico de una guerra que nadie sabía que tiempo duraría. El joven estudiante de medicina vivía junto a su familia; Su padre, un famoso empresario de nacionalidad Alemana y su madre una modelo reconocida mundialmente de nacionalidad Brasileira, en la pequeña provincia de Calís, Francia.

Su vida hasta ese día fue bastante relajada pero no muy normal, sus noches eran siempre invadidas por profundas pesadillas que hacía que de un brinco y un grito saliera de la cama. Con el sudor invadiendo todo su cuerpo, con su mente atrofiada al ver los atroces eventos desfilados en su inconsciente mente. Los brazos de Morfeo pocas veces se abrieron ante él para tener una delicada y esplendida noche de sueño. Sin embargo, todo eran pesadillas; en ellas, muertes, sangre y una figura en sombras que se pasaba siempre en ese lugar, lúgubre, frío, que provocaba escalofríos en el inconsciente cuerpo del muchacho, erizándolo, provocando que temblara.

Sus estudios en medicina ya estaban por concluir, a la edad de 23 años el joven ya tenía un título de doctor. Una noche… todo lo que existió para él hubiera terminado en manos de aquellos soldados de nacionalidad Alemana terminaron con la vida de su familia en unos de sus muchos viajes de negocios. Los cuerpos nunca fueron encontrados más sin embargo… sólo fue hallada la sortija de matrimonio aún en el dedo decapitado de la difunta madre.

David cayó en estado de coma por su terrible dolor.

La Posesión

Durante el tiempo en el que el Joven Cluttebuck se encontró en estado de coma sucedieron demasiadas cosas. Su alma ya no estaba ahí, pero su cuerpo aún seguía vivo. Se encontraba perdido entre las pesadillas que tuvo desde su infancia hasta ese día. Un largo… y profundo lugar obscuro, resonando gritos, el olor ferroso de la sangre invadiendo sus narices y bañándose en ella. Ríos color carmesí corrían por aquellas avenidas de la que fuera una antigua y vieja ciudad abandonada. Un pueblo fantasma. Al fondo… un camino de piedras que guiaba a una mansión. Una hermosa mansión resguardada por la espesura de un bosque a sus costados. La puerta vieja, empolvada y oxidada, que hacía ruido cuando el viento apenas la tocaba.

Abrió la puerta, sin miedo a lo que detrás de ella pudiera encontrar. Los gritos de horror desaparición, pero una delicada melodía comenzaba a escucharse dentro de ese lugar, tan elegante, con la alfombra roja y brillosa que adornada en las orillas de un color dorado, como el oro, recorría todo el salón, guiando a las escaleras que parecían no tener fin.

-Hay alguien ahí- Gritó.

Unos pasos fuertes y firmes se comenzaron a escuchar, de la escalera bajaba una silueta difícil de reconocer entre la poca iluminación que poco a poco se perdía mientras baja, David sintió como un escalofrío le recorrió el cuerpo y como comenzaba a temblar, de pronto, en un cerrar y abrir de ojos aquella silueta estaba frente a él. Una amplia sonrisa y esa carmesí mirada le paralizaron. Un grito de terror se escuchó salir de la mansión. Los pájaros volaron y todo desapareció.

Después de haber pasado por un largo tiempo David abrió los ojos, en su mirada se podría observar el alma de aquel demonio que ahora se adueñaba de su cuerpo, con sed de sangre y venganza. Mantuvo una vida sin recuerdos ya que todo lo que había sido antes ya formaba parte de su pasado. Tuvo que hacer algo después de eso al quedarse solo en el mundo. Al no haberse fusionado por completo con él demonio, comenzó a tener algunas lagunas mentales que le impedían hacer muchas cosas ya que le provocaban un fuerte dolor de cabeza.

Buscó ayuda con la única mujer que podría ayudarlo The Grandmother para poder quedarse en aquel lugar. Convenciéndola pudo quedarse bajo su protección ahí, claro, radicando en su profesión de Médico. Pero a momentos la sed del demonio despierta y es casi inevitable poder detenerla.