[Escrito Original] "El lobo, el gato y el demonio" [Comedia, Romance, Shonen-Ai]

Spoiler:

Estaba cansado de una tarde estudio y aún así, estaba arrodillado frente a la bañera fregando con un cepillo un par de zapatillas blancas, a las cuales frotaba con furia el jabón. Estas zapatillas solían ser blancas, mas en ese momento estaban negras de la suciedad que se había adherido con ganas a la tela. El joven morocho de 17 apretó los dientes, con las manos sumergidas en agua helada.

-¡¿Cómo se te ocurrió usar calzado blanco un día de tormenta ?!- Reclamó desde su posición en el suelo en un sonoro grito que, similar a un furioso ladrido, recorrió el departamento en segundos.

El reclamado se acercó al cuarto de baño y se apoyó sobre el umbral de la puerta. Su cabello rubio caía a penas sobre sus hombros. Era medianamente alto, delgado casi huesudo y con unos ojos entre verdes y azulados que capturaban a quien los viese. Sonrió pícaro, con mirada hambrienta al examinar visualmente a su amado pelinegro.

-Lo medité detenidamente antes. Pero descubrí que si lo hacía, terminarías así de lindo como estás ahora frente a mí. ¿No fue mi pronóstico acertado?- se burló con una sádica sonrisa plasmada en su cara.

No importaba que llevara casi 6 meses diciéndole cosas de esa índole, el corazón del joven aún no podía tolerarlo y su cara se ponía roja carmín. Mantuvo la calma, y sólo volteó a mirar al rubio, poniendo su mejor expresión de "Muérete" en su rostro. 

"¡¿Por qué me enamoré de un idiota semejante?!" protestó en su fuero interno, histérico. Suspiró hastiado. Sintió una mano cálida sobre su cabeza y volvió a levantar la vista, topándose de nuevo con esos hipnóticos ojos.

-Después me ayudarás con mis estudios, ¿cierto?- preguntó el pelinegro, luchando para ocultar su felicidad.

-Claro que sí, Kei. Ese fue el trato, ¿o no?- el rubio sonrió y empezó a acariciarlo como si de un cachorrito se tratase.

El morocho volvió a mirarlo con odio, y volvió a apretar los dientes.

-Haz eso de nuevo y no sólo te lavarás tú tus propias zapatillas, sino que también te las haré tragar, Shou- lo amenazó con la zapatilla mojada en su mano, mirándolo fijamente a los ojos.

El mencionado sólo sonrió satisfecho de haber cumplido su cometido. Esa sonrisa desconcertaba al pobre Kei, que nada podía hacer más que avergonzarse y escudarse en su personalidad fuerte. 
Shou, por su parte, tenía debilidad ante él y todas sus caras, y sólo podía quererlo cada día más. Con esos pensamientos en mente, volvió a acariciar a Kei en su cabeza y éste, cumpliendo con su amenaza, le dio un zapatillaso en la cabeza y fue Shou quien terminó en cuclillas, fregando. 
Observó con sus ojos verdes a Kei, quien vestía una camisa negra medio desabrochada y con sus mangas arremangadas hasta los codos, un pantalón negro con parches de tela escocesa roja y verde. Desde su cinturón de cuero colgaba una cadena que terminaba en su bolsillo posterior. También traía una cadena plateada alrededor de su cuello. Siempre vestía de esa forma: una mezcla entre gótico, rockero, otaku y elegante. Y desde su mera aura desprendía su característico sadismo, al igual que su cinismo y su ironía. Un lobo negro sanguinario. Aunque entre ellos dos, quien era más sádico -aunque encubierto- era, por mucho, Shou.

-¿Crees que puedas terminar con eso sin incidentes?-suspiró Kei- Yo iré a preparar la cena- dijo mientras salía campante del baño.

-No soy tan inútil ¿sabes?- dijo a la par que miraba con curiosidad el cepillo y el jabón.

-Sí,sí. Lo siento, lo siento- respondió irónicamente desde la cocina Kei, entre risitas.

El rubio se apoyó sobre su codo, mirando la puerta por donde el otro chico había salido.

-Definitivamente soy el idiota de 18 años más afortunado del mundo- se susurró a sí mismo.

Luego finalizó, no sin dificultad, la tarea. Tenía problemas con las actividades domésticas, ya que al provenir de una familia acaudalada, nunca había tenido que hacerlas y por ende, no tenía ni la menor idea de cómo se hacían. Hasta ahora.
Se apresuró a la cocina para asegurarse de no perderse a Kei cocinando. El amor y profesionalismo que ponía cuando cocinaba lo hacía casi mágico. Y Shou amaba verlo cocinar. Eso lo había enamorado, entre otras cosas, de él. Ya habían pasado 6 meses desde que lo vio por primera vez cocinar y empezaron a salir.
Kei lo pescó mirándolo y se puso nervioso. Se sonrojaba con facilidad y Shou se divertía a costas de eso. Eran esas caras que sólo se mostraban entre sí y que nadie más conocía o siquiera sospechaba su existencia.
Cuando aún estaba cocinando, una mujer de unos 40 años entró alegremente al departamento, con su lacio cabello rojo teñido y ojos verdes, y se topó con su hijo Shou limpiando los platos, comandado por un joven morocho que preparaba una omelette de apariencia muy deliciosa. Sonrió con dulzura par sí y los interrumpió.

-¡Llegué a casa Shou-chan!- saludó enérgicamente.

Kei se heló en ese mismo instante, con sartén en mano y todo. "¡Diablos!" insultó en su fuero interno.

-Hola má....-saludó su hijo, rascándose la nuca con desgano y algo de desconcierto.

-E..es un placer Shinobe-san -el joven hizo una reverencia nerviosa y saludó a la mujer frente a él- Mi nombre es Kurono Kei y es un placer conocerle-

-Kei-kun, ¿eres amigo de Shou-chan?- preguntó pícara la mujer.

-Sí- respondió Kei, pero fue interrumpido por el rubio, que con su natural indiferencia e insensibilidad contestó:

-No, es mi novio- 

El fuero interno de Kei colapsó. "¡Es demasiada información para la pobre mujer! ¡Sólo acaba de llegar! ¡Y ahora va a matarme!". Contra todo pronóstico, la mujer sólo sonrió.

-Lo sabía- tomó a Kei de las manos, entusiasta- ¡No sabes cuánto te agradezco esto! ¡Debe ser difícil tratar todo el tiempo con el idiota de Shou!¡ Eres muy....-

El resto del discurso fue ignorado por Kei, que yació en su lugar petrificado, totalmente en blanco.

-¿Qué le ocurre a Kei-kun, Shou-chan?- preguntó, alarmada ante la inmovilidad del joven.

-Está en shock y entró en estado Stand by. Eres demasiado liberal y honesta, madre- Shou protestó inexpresivo.

-Eres cruel Shou~~ No me dijiste que tenías semejante diamante en bruto a tu lado- Su madre le protestó con una juguetón puchero en los labios. Se escuchó un golpe seco contra el suelo.

-Oh! Se ha desmayado...- Dijeron los dos al unísono.

"Los miembros de la familia Shinobe son uno más raro y excéntrico que el otro"pensó, mientras perdía la consciencia Kei. 

Y no sabía cuán en lo cierto estaba....


Ese ha sido el primer capi, espero que lo hayan disfrutado ^^
Scarlet~

NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!! (sfx: Histeriqueando.) la historia de kei y shooou!!!! >w<!!! y corregida y pasada al pc~~!!! wiiiiiii~~!!!

...

(PD: mas te vale hacer por fin un capi nuevo ¬¬ capicchi? ¬w¬? eweUu! ya ni me acuerdo en q había quedado QwQ baaaka >.>! hace mucho q no la seguís... TT^TT)

jajajaja la mamá!! xDDD la amé ;3; yo me quedo con la mamá!!
ok no :$
espero el segundo capi (: